Cuando vemos un automóvil, regularmente sólo prestamos atención a algunos aspectos externos como su carrocería, el sistema de iluminación o los aditamentos con los que cuenta; sin embargo, pocas veces reflexionamos en los elementos internos que lo componen, como es la transmisión automática.

Sin embargo, ¿qué es una transmisión automática? Se puede definir como un dispositivo encargado no sólo del cambio de velocidades, sino que también está involucrado con la velocidad, la dirección y el movimiento autónomo de un vehículo de motor.

Una transmisión automática se distingue de una manual en que ésta tiene como objetivo mantener accionados ciertos mecanismos para que se genere una velocidad constante en un vehículo. De este modo, el conductor ya no se tiene que preocupar por hacerlo él mismo.


Debido al amplio uso que puede tener la transmisión automática en los vehículos, es importante que se le pueda dar no sólo revisión sino también mantenimiento constante, para evitar cualquier tipo de incidente que impida que el conductor siga circulando con normalidad.